He leído con verdadero placer y muchísimo interés los originales de este libro que hoy sale a la luz. Si algo está faltando en la educación de los nuevos seres humanos de la posmodernidad, es que alguien, con fundamento científico y una gran capacidad didáctica, le vuelva a hablar de conceptos que han desaparecido de los lineamientos educativos del hogar y de la escuela pero que más que nunca se hacen ver como indispensables para posibilitarnos llegar a ser buenas personas.
La comprensión de las neurociencias, con la claridad que lo hace Rosana Fernández Coto, es la clave de esta obra que ningún docente, y diría también que ningún padre y ninguna madre, debería dejar de leer. Y esto no es una hipérbole. Es una convicción muy ponderada. Es un libro que sorprende con algunos conceptos como el de retraso genómico y otros como los vinculados con el autogobierno, pero por eso mismo se hace tan rico en descubrimientos vinculados con la inteligencia emocional para la tarea de educar.
Porque este libro responde exactamente a esa pregunta que tanto se escucha: ¿Cómo educar en estos tiempos? Y no podría tener un título más acertado: Cerebrando las emociones.
